martes, 25 de agosto de 2009

Negocio a la Americana


La violencia en los estadios de fútbol es cada vez mayor en América Latina. La policía que se dispone para los partidos es escasa e incompetente en algunos casos y mal remunerada. Los pioneros de la violencia en los estadios, y los mas violentos durante muchos años, fueron los “holligans” ingleses a lo que le siguieron los “tifozzi” italianos y los “vikingos” en España.
En nuestro país por la violencia de las barras la cantidad de policías es cada vez mayor. En el último clásico River-Boca disputado en La Bombonera se dispuso de 1300 efectivos policiales para prevenir cualquier tipo de inconveniente. Más allá de tener que reparar baños destrozados o reponer butacas que fueron arrojadas, a los clubes se les va muchísimo dinero en pagar operativos policiales. A veces es mayor el presupuesto destinado a la policía que lo que se recauda en entradas el día del partido.
Para un partido de cualquier categoría de AFA, aproximadamente un 30 % de los efectivos los pone la Policía, o sea, el Estado. El restante 70 % lo debe pagar el club local. La Policía Federal recibe 4.000.000 de pesos por año. La de la provincia de Buenos Aires recolecta casi 3.000.000. Cuando en el 93 España ofreció becar con un curso sobre violencia en el fútbol a cien policías argentinos, la respuesta de las entonces autoridades fue: "¿Qué nos pueden enseñar esos gallegos a nosotros?". Clarísimo.
En otros lugares del mundo la policía se maneja de otra manera. Por ejemplo en Inglaterra en el último partido Arsenal-Manchester se dispuso de 200 agentes, mientras que en Barcelona-Real Madrid fueron 300 policías y en Inter-Milán, 600. Allá, los gastos son absorbidos por el Estado pero a su vez las parcialidades de los clubes no son tan violentas como en nuestro país.
Otro es el caso que se da en México donde un dispositivo especial de seguridad, con más de 3.000 efectivos, fue mandado por las autoridades mexicanas para el partido que disputaron los Pumas de la UNAM con las Águilas del América en el torneo pasado. En Uruguay, Colombia, Paraguay, y Chile (los más futboleros del continente después de Argentina y Brasil) la seguridad también es bastante precaria por lo tanto disponen de muchos efectivos policiales a falta de tecnología para evitar la entrada de los violentos.
Europa durante más de dos décadas aprendió a manejar y a detener a los fanáticos agresivos en los estadios prohibiéndole la entrada a muchos estadios y hasta pagando con la cárcel. Los ejemplos más claros se dieron después de la tragedia de Heysel donde murieron 38 personas en un partido disputado en Bélgica por la Eurocopa y meses después tras la denominada Tragedia de Hillsborough en 1989, en el que fallecieron 96 aficionados ingleses. En el viejo continente los clubes más importantes disponen de múltiples facilidades para detener a los delincuentes como por ejemplo cámaras de seguridad de último nivel en muchos puntos de las instalaciones y policía de civil en muchos lugares dentro del estadio. Los clubes europeos aprendieron que no hay que tratar con los delincuentes, acá se hacen negocios y todavía hay zonas liberadas.

2 comentarios:

  1. bien ahi lorenzo metiendo blog propio...
    te acabo de agregar como blog amigo en Es lo que hay!(E.L.Q.H!), más no pidas...jeje

    un abrazo vieja, nos vemos mañana!

    NATRO

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  2. muy buen post! felicitaciones por este blog
    nos estamos viendo
    saimon

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